jueves, 19 de marzo de 2009
El chat y el Messenger: instrumentos de entrenamiento en comunicación para tiempos de incertidumbre y baja atención. Características de las conversaciones. El anonimato del chat. ¿Para qué sirven los personajes del chat? Jugando con la incertidumbre. ¿Qué pasa con el Messenger? Apenas unos años atrás la manera de contactarse de los adolescentes -privados de la posibilidad de encuentro material- era el teléfono. Participar de los chats y del Messenger (MSN) cumple hoy la función de darle al adolescente la posibilidad de mantener ese contacto permanente con sus pares. Con la pantalla encendida en forma constante, ese contacto -que parece por momentos tomar sesgos adictivos- resulta en general necesario para la construcción de la identidad adolescente como tal. A través del chat el joven se instala en un lugar de pertenencia, un espacio de referencia que brinda nuevas formas de acceso a una identidad común adolescente. Participar o no de estos encuentros virtuales puede ser la clave de estar dentro o fuera de cierta realidad juvenil impregnada y delimitada por lo tecnológico. Si bien hay que diferenciar Chat de MSN, a los efectos de ahondar en esta temática tomaremos al chat como sinónimo de conversación en línea entre varios usuarios utilizando un teclado y conexión a la Red . La diferencia sustancial entre uno y otro entorno (chat y MSN) es el nivel de privacidad y veracidad de la información que se maneja en el intercambio entre los usuarios. La tecnología del chat que data de 1988, con orígen en Finlandia, permite -a diferencia del teléfono y otras tecnologías de comunicación anteriores- la comunicación de "muchos a muchos". Este aspecto grupal lo diferencia claramente del teléfono -tecnología habilitadora de un vínculo exclusivamente "de a dos". Tanto las habitaciones virtuales destinadas a chatear (charlar en inglés) como el MSN permiten una comunicación sincrónica entre varios usuarios, no siendo relevante la ubicación geográfica. En el caso del MSN sin embargo, los contactos que se establecen son los habilitados por el propio usuario. Las conversaciones que se generan son por conocimiento de quién está del otro lado, no por temática, ni por casualidades de la navegación, como sucede en el chat.
Violencia en el noviazgo adolescente
Violencia en el noviazgo adolescente ¿Sabías que 3 de cada 10 de las estudiantes reportan violencia en el noviazgo?
La violencia en el noviazgo ocurre en una relación amorosa en que una de las personas abusa física, emocional o sexualmente para dominar y mantener el control sobre la otra; desgraciadamente, el estar enamorados en ocasiones nos hace perdernos un poco y no darnos cuenta que ejercemos violencia o somos víctimas de esta.
l maltrato a la pareja puede ocurrir en cualquier momento, desde la primera salida juntos o hasta transcurridos varios años de relación, pero su diferencia ante otros tipos de violencia es el proceso de socialización y adquisición de roles de género en los adolescentes, mismos que determinan el dominio como comportamiento masculino y la sumisión como femenino, sumados a la idealización del "amor romántico" que todo lo puede superar y todo lo perdona, así como por el carácter informal y efímero de la relación.
Y aunque tales patrones de conducta sean parecidos a los identificados en parejas formales, no es frecuente que el noviazgo presente niveles de maltrato físico similares a los del matrimonio o relaciones equivalentes; es decir, entre novios los golpes no son la manifestación ordinaria de la violencia, pero en el ámbito del "juego" son comunes, y eso lleva a que su gravedad parezca mínima.
Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales no son percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.
Así la violencia adopta diferentes expresiones desde la ofensa verbal hasta el homicidio. En el noviazgo la violencia puede adoptar múltiples rostros: insultos, gritos, amenazas, empujones, puntapiés, intimidaciones, castigos, sometimiento, bofetadas, puñetazos y agresiones con armas.
Encuestas indican que nueve de cada diez mujeres en la actualidad, viven violencia en sus relaciones amorosas, pues por "amor", ellas toleran el maltrato confiadas en que algún día su pareja cambiará. Como se mencionó al principio, la violencia en el noviazgo también se da en el ámbito sexual y el tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, que sucede cuando las jóvenes o adolescentes son presionadas a tener actividad sexual, aunque en la mayoría de casos con un cierto consentimiento por parte de ellas; esto se ejemplifica con la famosa "prueba del amor", que constituye una de las principales formas de violencia que los jóvenes ejercen sobre sus "novias", quienes finalmente aceptan sostener relaciones sexuales, aún en contra de sus deseos.
La violencia en el noviazgo ocurre en una relación amorosa en que una de las personas abusa física, emocional o sexualmente para dominar y mantener el control sobre la otra; desgraciadamente, el estar enamorados en ocasiones nos hace perdernos un poco y no darnos cuenta que ejercemos violencia o somos víctimas de esta.
l maltrato a la pareja puede ocurrir en cualquier momento, desde la primera salida juntos o hasta transcurridos varios años de relación, pero su diferencia ante otros tipos de violencia es el proceso de socialización y adquisición de roles de género en los adolescentes, mismos que determinan el dominio como comportamiento masculino y la sumisión como femenino, sumados a la idealización del "amor romántico" que todo lo puede superar y todo lo perdona, así como por el carácter informal y efímero de la relación.
Y aunque tales patrones de conducta sean parecidos a los identificados en parejas formales, no es frecuente que el noviazgo presente niveles de maltrato físico similares a los del matrimonio o relaciones equivalentes; es decir, entre novios los golpes no son la manifestación ordinaria de la violencia, pero en el ámbito del "juego" son comunes, y eso lleva a que su gravedad parezca mínima.
Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales no son percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.
Así la violencia adopta diferentes expresiones desde la ofensa verbal hasta el homicidio. En el noviazgo la violencia puede adoptar múltiples rostros: insultos, gritos, amenazas, empujones, puntapiés, intimidaciones, castigos, sometimiento, bofetadas, puñetazos y agresiones con armas.
Encuestas indican que nueve de cada diez mujeres en la actualidad, viven violencia en sus relaciones amorosas, pues por "amor", ellas toleran el maltrato confiadas en que algún día su pareja cambiará. Como se mencionó al principio, la violencia en el noviazgo también se da en el ámbito sexual y el tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, que sucede cuando las jóvenes o adolescentes son presionadas a tener actividad sexual, aunque en la mayoría de casos con un cierto consentimiento por parte de ellas; esto se ejemplifica con la famosa "prueba del amor", que constituye una de las principales formas de violencia que los jóvenes ejercen sobre sus "novias", quienes finalmente aceptan sostener relaciones sexuales, aún en contra de sus deseos.
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